En el mundo hay diferentes tipos de desigualdad, en la mesa redonda se hablo sobre diferentes tipos y de cual seria la mejor manera de afrontarlos, primero vamos a mencionar los distintos tipos de desigualdad que se pusieron sobre la mesa y vamos a comentar de que trata cada uno.
1.1 Desigualdad económica
Esta desigualdad trata sobre las rentas de las personas, como por ejemplo en una fábrica, puede haber tanta diferencia en los salarios, salarios que para muchas familias no les da para poder pagar las deudas y poder pagar las deudas y poder darles de comer a sus hijos
1.2 Desigualdad de genero
Esta desigualdad trata sobre diferenciar la contratación para un mismo puesto por el género, en algunas áreas de trabajo se observa la gran diferencia entre los componentes masculinos y los femeninos, a demás de que el salario puede variar dentro del mismo puesto, simplemente por el genero de la persona contratada.
1.3 Desigualdad Social
Esta fue la ultima desigualdad que se comento durante el debate, tiene que ver por la contratación de personas “discapacitadas”, como estas son juzgadas por sus discapacidades y no por sus capacidades a la hora de realizar cualquier trabajo laboral.
1.4 Como afrontar estas desigualdades
Bien, como hemos visto hay distintos tipos de desigualdades, en el primero que hemos comentado, se debería ajustar un poco los salarios que hay dentro de una misma fabrica o lugar de trabajo, por supuesto sin quitar la meritocracia de cada uno, pero si que habría que intentar ser mas equitativos y que todo el mundo optara por un salario mínimo con el cual pudiera vivir cómodamente y sin ir ahogado a final de mes.
Para afrontar los otros dos tipos de desigualdades más bien habría que centrarse en otra cosa, que es la educación, tanto la educación primaria, como la cívica y moral. Donde todo el mundo tiene que remar en una misma dirección, si desde pequeños nos inculcan a ser empáticos con la gente, observaríamos mas las capacidades de las personas que su aspecto físico. Esto no es una tarea fácil, sino que es algo que hay que inculcar desde pequeños, para que no se juzgue a una persona por su sexo o por sus discapacidades, dado que como bien se ha demostrado el sexo o las discapacidades no tienen nada que ver en la forma de trabajar de una persona.